Puede que os haya sucedido en alguna ocasión lo mismo que a mí. Os lo cuento a continuación.
Estaba preparando un nuevo bancal para mi huerto, y al mover la tierra con la azada me sorprendí al ver una lombriz de enormes dimensiones. Me extrañó una lombriz tan grande y me acerqué para observarla mejor. Pude comprobar que no se trataba de una lombriz, sino de algo bastante diferente: una culebrilla ciega. La aparté para no dañarla y seguí con la tarea, y mi sorpresa fue aún mayor al descubrir otro ejemplar. Había fijado la ubicación del bancal sobre la “vivienda” de una pareja de culebrillas ciegas.
Culebrillas ciegas |
Las culebrillas ciegas (Blanus cinereus) son reptiles sin patas. Tienen ojos rudimentarios y su piel, debido a sus surcos longitudinales y transversales, tiene el aspecto de cuadrícula.
Culebrilla ciega |
Es único de la Península Ibérica, y se distribuye por las zonas del centro y sur (las zonas más cálidas), siendo su límite norte el río Duero.
Habitualmente es subterráneo (por eso apenas tiene visión) y es poco frecuente verlo en superficie, salvo bajo restos vegetales y piedras.
Culebrilla ciega |
Es un aliado del hortelano pues su alimentación está basada en insectos, tanto de adultos como de sus huevos y larvas. Por eso no conviene matarlo.
Recalcar que no es venenoso, y en el peor de los casos, si se siente amenazado, te podría llegar a morder. Pero no hay que asustarse, su boca tiene unas dimensiones ínfimas para llegar a producir daño alguno.
Culebrillas ciegas |
Espero que os sea útil este artículo y os resulte interesante.
Os remito además a mi canal de Youtube donde podréis ver vídeos sobre otros temas relacionados con el huerto, que espero también sean de vuestro interés.
Un saludo y hasta otra ocasión.
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