Con el siguiente artículo vamos a indicar cuales son los pasos a seguir para saber como plantar frambuesas.
Lo primero que debemos saber es donde vamos a realizar el cultivo de estos arbustos. La principal recomendación es realizar la plantación en línea, escogiendo siempre la dirección Norte – Sur. De esta forma conseguimos una buena incidencia solar, y reducimos al máximo las zonas de sombreo que tendrán una menor producción.
Las líneas de cultivos deberán ir sobre surcos de 50 a 70 cm de ancho, y se debe realizar una labor de unos 30 – 40 cm de profundidad, dejando el terreno mullido y suelto. Conviene aprovechar para realizar los aportes de abono y estiércol e incorporarlos al suelo. Mejor si estas operaciones se efectúan varias semanas antes de la plantación en sí.
La época más aconsejable para la plantación es finales de invierno, pero se puede realizar desde mediados de esta estación hasta principios de primavera, lo que irá en función de las condiciones climáticas. A mayor incidencia de bajas temperaturas y heladas, más nos aproximaremos a la primavera. Conviene realizar pronto la plantación para que el arraigo de la planta sea cuanto antes y de esta manera acumule mayor cantidad de reservas y el desarrollo del cultivo sea mejor y mayor, pero hay que tener cuidado con las heladas, ya que se vería comprometida la correcta implantación de nuestras frambuesas.
Lo más recomendable es utilizar material vegetal procedente de plantas de vivero, ya que tendremos garantizada la variedad que compremos y también la sanidad de las plantas. Pero podremos también realizar la plantación a partir de nuestras propias plantas (o del vecino), bien en forma de esquejes o a partir de hijuelos. Los esquejes son más lentos de desarrollar y más problematicos que los hijuelos, ya que éstos tienen raíces.
Los hijuelos serían brotes de las raíces de las plantas de frambuesas ya establecidas, y como digo, cuentan con raíces, lo que facilitará la implantación. Habría que arrancar esos brotes con la mayor cantidad de raíces posibles, e intentar escoger aquellos que tenemos la seguridad de que están libres de plagas y enfermedades, más aún si vamos a desplazar el cultivo a otras zonas. Se puede desinfectar las raíces con una solución de fungicidas. Si no dispusiéramos de hijuelos suficientes, podríamos utilizar plantas “viejas”, que aunque ya hayan estado en producción, podrían servir para establecer una nueva zona de cultivo sin mayor problemas.
El marco recomendable es dejar de 2 a 3 metros entre líneas, y de 50 a 60 cm entre plantas, procurando enterrar hasta 10 ó 15 cm las raíces.
Una vez colocadas las plantas, conviene podarlas a unos 20 ó 30 cm, dejando de 8 a 10 yemas por vara.
Una última recomendación sería realizar un riego de implantación, para facilitar el contacto entre raíz y suelo y mejorar así el arraigo, máxime si el tiempo está seco.
Espero que os sea útil este artículo y os resulte interesante.
Os remito además a mi canal de Youtube donde podréis ver vídeos temas relacionados con el huerto, que espero sean de vuestro interés.
Un saludo y hasta otra ocasión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario