Con el siguiente artículo veremos una forma fácil
y barata de mejorar en gran medida la productividad de nuestro
huerto: la rotación de cultivos.
La rotación de cultivos es un sistema de manejo agronómico de los cultivos con el cual conseguimos aumentar la productividad del
huerto, ya que:
- Aumentamos la fertilidad del terreno,
- Reducimos la incidencia de plagas y
enfermedades,
- Reducimos la incidencia de hierbas competidoras,
- Incrementamos la biodiversidad del terreno.
No es tan complicado como pueda parecer. Con
consideraciones muy básicas y simples mejoraremos en gran medida
nuestro huerto.
Consiste en establecer sobre el terreno una
sucesión ordenada de cultivos que varía a lo largo del tiempo. De
manera más sencilla, en cada lugar de nuestro huerto, un cultivo
diferente cada temporada.
Hablamos de alternativa refiriéndonos a
los diferentes cultivos que tenemos en el terreno en el mismo
momento.
A cada zona en la que hay un cultivo diferente se
le denomina hoja o amelga. Ésto sería equivalente a
cada bancal, caballón o mesa de cultivo de nuestro huerto.
Lo primero que debemos tener en cuenta a la hora
de diseñar nuestra rotación de cultivo es, por un lado, los
cultivos que deseamos tener en el huerto, y por otro, la superficie
disponible. No debemos olvidarnos de los calendarios del cultivo en
cuanto a fechas de siembra y recolección para evitar que se solapen
en una misma hoja.
Hay muchas formas de plantear la rotación. Puede
ser por el tipo de aprovechamiento (hoja, fruto o raíz), tipo de
enraizamiento (superficial, medio o profundo) o por familias
(solanáceas, leguminosas, liliáceas, cucurbitáceas,…)
En cuanto a la duración de la rotación, ésta se
puede extender lo que queramos, lo que irá relacionado también con
el número o tipo de cultivos que tengamos.
En mi caso, yo planteo mi huerto con una
rotación basada en las familias. Cada familia suele tener un sistema
de desarrollo radicular y unas necesidades nutritivas particulares.
Ésto es muy importante, ya que podemos aprovechar diferentes
estratos del terreno sin condicionar la nutrición del cultivo del
siguiente año. Por otro lado, alternando familias evitamos
incidencia de determinadas plagas y enfermedades que son específicas
de cada familia al no repetir sobre la misma zona el cultivo y por lo
tanto, romper el ciclo de desarrollo de dicha plaga o enfermedad.
Como ejemplo de rotación os dejo la que
tengo establecida en mi huerto. Seguramente se podría mejorar en
muchos aspectos, pero a mí me va bastante bien.
En invierno:
Habas en todos los bancales (con el fin de
realizar abonado verde).
En primavera – verano:
Tomate – Judías verdes – Cebolla
tardía– Pimiento – Calabaza – Cebolla temprana.
Al recolectar la cebolla temprana se
continúa cultivando en el bancal judía verde.
Cada cultivo se realiza en un bancal
diferente, y el sentido de la rotación va en este caso de izquierda
a derecha.
Decir que estos son los bancales de mayor
extensión de mi huerto y que además tengo otros de menor tamaño
dedicados a cultivos menores (por la superficie que se destina a su
cultivo) como acelgas, tomates cherrys, ajos, calabacines,… y que
no siguen esta misma rotación, aunque sí parecida.
Os dejo el enlace a este vídeo para que
paséis a ver mi huerto si queréis y comprobéis el desarrollo de
los cultivos y la rotación que yo realizo. El huerto en Junio 2016
Espero que sea útil este artículo y resulte
interesante.
Te remito además a mi canal de Youtube donde se pueden ver vídeos de temas
relacionados con el huerto, que espero sean de interés. (el enlace
está disponible en una de las pestañas de la parte superior del
blog).
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